2013-05-24
Terapias alternativas.
ayudan a reducir la presión arterial.
Los tratamientos alternativos, como la meditación trascendental, la biorretroalimentación y la respiración guiada parecen reducir la hipertensión en algunas personas, sugiere un nuevo informe.
Pero solo un método que no tiene que ver con la meditación, el ejercicio aeróbico, ha probado tener un impacto importante y es altamente recomendado.
El informe, de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), también asegura que la investigación no respalda una reducción en la hipertensión con otras técnicas de relajación y meditación, el yoga o la acupuntura. Sin embargo, la calidad de la investigación sobre estas estrategias es limitada, añade el informe, lo que sugiere que todavía hay esperanzas de que tengan un efecto.
"En general, hay un nivel sorprendente de evidencia que respalda que algunas de las técnicas alternativas son efectivas, y sorprendentemente poca evidencia, o evidencia contradictoria, sobre las demás técnicas", señaló el Dr. Robert Brook, profesor asociado de medicina de la Universidad de Michigan. "Estas técnicas alternativas son las hijastras descuidadas, y con frecuencia no reciben tanta atención ni financiación para la investigación, y no se toman tan en serio como otros métodos".
Afirmó que hay dos cosas claras: los métodos alternativos no parecen ser nocivos, y no deben usarse para sustituir el seguimiento del consejo del médico sobre los medicamentos.
La Asociación Americana del Corazón publicó su informe para proveer directrices a médicos y a pacientes sobre los tratamientos para la hipertensión, señaló Brook. "Tradicionalmente, hablamos sobre la pérdida de peso, la dieta, la restricción de la sal y el ejercicio. Es difícil seguir esos consejos, y las personas no los siguen. Decidimos que había llegado el momento de revisar toda la investigación sobre las formas alternativas para reducir la presión arterial".
El informe afirma que el ejercicio aeróbico, como caminar a paso vivo, tiene el mayor efecto sobre la hipertensión, y que cuenta con la investigación de más calidad como respaldo.
La biorretroalimentación, levantar pesas, la meditación trascendental y la respiración sincronizada (como respirar al mismo tiempo que una serie de tonos) puntuaron bien en términos de efectividad.
Cuando son efectivas, las técnicas pueden reducir la lectura de la presión arterial sistólica (la cifra superior) de 5 a 10 milímetros de mercurio (mmHg), una reducción modesta, aseguró Brook. Una lectura a partir de 140 es señal de problemas potenciales.
¿Cómo logran estas estrategias reducir la presión arterial? En algunos casos no está claro, dijo, aunque parece que el ejercicio mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos al hacerlos más anchos.