2013-07-24
Migraña.
Averiguar qué desencadena.
Para las personas que sufren de migrañas, determinar con precisión las causas de los ataques por sí mismas resulta casi imposible, señalan los investigadores.
Muchas personas con migrañas intentan averiguar solas las cosas que las desencadenan. Por ejemplo, podrían concluir que se trata del estrés, las hormonas, el alcohol o incluso el tiempo.
"Pero nuestra investigación muestra que ese es un método fallido, por varios motivos", señaló en un comunicado de prensa del Centro Médico Bautista de la Universidad de Wake Forest Timothy Houle, profesor asociado de anestesia y de neurología del centro.
"Identificar correctamente los desencadenantes le permite a los pacientes evitarlos o gestionarlos, para intentar evitar dolores de cabeza futuros", apuntó Houle. "Sin embargo, las fluctuaciones diarias de las variables, como el tiempo, la dieta, los niveles de hormonas, el sueño, la actividad física y el estrés, parecen ser suficientes para prevenir las condiciones perfectas para determinar los desencadenantes".
Houle y una colega llevaron a cabo un estudio que incluyó a nueve mujeres que sufrían de migrañas, que escribieron un diario y dieron seguimiento a su estrés durante tres meses. Se recolectaron muestras diarias de orina de las mujeres en las mañanas, y se evaluaron los niveles de hormonas. Además, los investigadores analizaron los datos sobre el tiempo local durante el estudio.
Para las mujeres, identificar las causas de las migrañas fue extremadamente difícil, según los hallazgos, que aparecen en una versión reciente en línea de la revista Headache.
"Las personas que intentan averiguar sus propios desencadenantes probablemente no cuenten con suficiente información para realmente saber qué provoca los dolores de cabeza", señaló en el comunicado de prensa la coautora del estudio, Dana Turner, también del departamento de anestesiología del Centro Médico Bautista de la Universidad de Wake Forest. "Necesitan experimentos más formales, y deben trabajar con el médico para crear un experimento formal a fin de evaluar los desencadenantes".
"Muchos pacientes viven con miedo ante la imprevisibilidad del dolor de cabeza", planteó Houle. "Como resultado, con frecuencia restringen sus vidas diarias para prepararse antes la eventualidad del próximo ataque que podría dejarlos en cama y discapacitados temporalmente".
"Podrían incluso utilizar estrategias de uso de medicamentos que, sin darse cuenta, empeoran sus dolores de cabeza", advirtió. "La meta de esta investigación es comprender mejor cuáles deben ser las condiciones para que un paciente individual de dolor de cabeza concluya que algo los provoca".