2014-11-30
Hablarles a los bebés.
Ayuda a que sus cerebros se desarrollen antes.
El hablar directamente a los bebés ayuda a que sus cerebros se desarrollen antes, según un estudio presentado esta semana en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia en Chicago.
El estudio de la psicóloga de la Universidad de Stanford Anne Fernald muestra grandes diferencias entre los vocabularios de los niños y su capacidad para procesar el idioma a edades tan tempranas como un año y medio.
Fernald sostiene que el hablar directamente a los niños les ayuda a identificar pronto las reglas y ritmos del lenguaje y sienta los pilares para que comiencen a entender cómo funciona el mundo.
Según la investigadora, la repetición ayuda a los niños a recordar las palabras y el aprender relaciones entre palabras como "el caballo tira del carro" les permite construir una imagen del mundo útil cuando llegan al colegio.
"Es necesario comenzar a hablarles desde el primer día", afirmó Fernald esta semana durante la presentación del informe en Chicago. "Los niños están desarrollando una mente que puede conceptualizar, que puede pensar sobre el pasado y el futuro".
Las investigaciones realizadas durante las últimas décadas demuestran que los niños con padres de bajos recursos y menor educación suelen tener menos habilidades lingüísticas que los pequeños que vienen al mundo en hogares con más recursos.
En algunos casos los niños de cinco años con menores recursos económicos muestran dos años de atraso frente a los otros pequeños cuando entran al colegio.
Fernald ha dirigido estudios en los últimos años que revelan que la brecha entre los niños pobres y los ricos surge durante la infancia.
Según los estudios de la profesora de Stanford, a los dos años los niños con menos recursos tenían un retraso de seis meses en su capacidad para el procesamiento de habilidades críticas para el desarrollo lingüístico.
El trabajo de Fernald incluyó la grabación diaria de niños de familias hispanas de bajos recursos en sus ambientes familiares.
Fue así como ella y su equipo descubrieron que los niños a los que sus padres les hablaron directamente más a menudo desarrollaron una mayor capacidad para procesar el lenguaje y aprendieron palabras nuevas más rápidamente.
Los resultados demuestran que la interacción directa tiene grandes ventajas.